Las Fuerzas Opuestas de tu Personalidad
¿Por qué tiene el humano una fascinación por lo oscuro, por lo seductivo? ¿Y qué hay del otro lado oscuro de la luna?
Introducción
¿Por qué tiene el humano una fascinación por lo oscuro, por lo seductivo? ¿Cómo podemos entender las distintas personalidades de la naturaleza humana, la manera en que cada uno exhibe por hábito sus patrones de pensamientos, sentimientos y comportamientos día a día?
La Tríada Oscura
Existen tres características, altamente relacionadas pero a la vez independientes, de personalidades socialmente adversas conocidas como “La Tríada Oscura”: El 1) Narcisismo (valor autoproclamado), 2) Maquiavelismo (engaño y explotación estratégica), y 3) Psicoticismo (cinismo y apatía). Estas son características dimensionales en el sentido que todos inherentemente las poseemos y caemos en algún grado de su espectro (ver gráfico 1). Sí, es correcto; todos somos un poco narcisos, maquiavélicos y psicópatas.
Sin embargo, aunque los psiquiatras las identifiquen (para aquéllos anormalmente dotados o con puntuaciones altas) como una serie de enfermedades mentales o desórdenes de personalidad antisocial; hay quienes de ellas se convierten en individuos altamente exitosos.
Delroy Paulhus (UBC), los describe como individuos: “…muy extrovertidos y de buenas primeras impresiones,(…)mejores que el promedio en sus entrevistas de trabajo, favorecidos por su indiferencia ante las opiniones de los demás y mayor disposición/comodidad a demostrar sus fortalezas ante otros.”
Cabe destacar, que estas características de personalidad sin duda tienen estrechas correlaciones con una alta gama de variables positivas como: coraje, liderazgo, asertividad, fuerza, poder, confianza, curiosidad y entre otras; que facilitan las agendas y, a la vez, explica como ciertos individuos destacan sobre el promedio en base a ellas.
¿Qué los motiva?
La clave para comprender las características de personalidad dentro de “La Tríada Oscura” se encuentra en la motivación de su comportamiento manipulador. Los narcisistas por lo que sea que eleve su ego, llámese una recompensa tangible o simplemente verbal (no tangible) que valide su imagen auto-idealizada; Los maquiavélicos impulsados por objetivos concretos y tangibles a largo plazo, los cuales buscan obtener por medio de esquemas altamente estratégicos y elaborados; y los psicópatas completos antisociales e impulsivos, dispuestos a lograr sus objetivos a corto plazo al costo y riesgo necesario.
Corto comercial: ¿Dónde caes en este espectro? Si te da curiosidad, aquí una prueba en línea de “La Tríada Oscura” para compararte a los promedios de la población general (Pro Tip: en Google Chrome, haz click derecho y “traduce a español” si lo necesitas).
Los Sociótropos
Hay una característica bien peculiar para los narcisistas, maquiavélicos y psicópatas de “La Tríada Oscura”. En cada tipo de comportamiento, estos individuos están sujetos a la adquisición de compromisos cumulativos. Compromisos, que para satisfacer sus agendas personales, tienden a poner un valor desmesurado en las relaciones sociales sobre su propia independencia o bienestar personal, volviéndolos insensibles y manipuladores, lo que clínicamente también los define como Sociótropos (o aparentes “people pleasers” en inglés).
Después de todo, para “La Tríada Oscura”, los fines únicamente se logran a través de la manipulación y justificación de los medios (las personas); Lo que valida la importancia de sus compromisos con otros para satisfacer sus fines personales. Charlie Houpert (Charisma on Command), identifica la Sociotropía a través de al menos uno de los siguientes indicadores:
a) Incongruencia entre lo literal y el pensamiento: Lo que les dices a los demás no es consistente con lo que realmente estás pensando en tu cabeza.
b) Establecimiento de contractos furtivos: Haces algo por otro específicamente esperando algo a cambio; o basado en un interés aunque no aparentes o expreses directamente que así sea.
c) Personalidades múltiples entre grupos: Cambias la manera en que te comportas ante ciertos individuos a diferencia de otros a tu conveniencia e interés personal.
La Tríada de Luz
Si crees que tienes, hasta cierto grado, comportamientos socialmente adversos, no estás solo. Ciertamente existe un poco de narcisistas, maquiavélicos y psicópatas en todos los niveles de la sociedad, ya sea que adoptemos estas características de manera positiva o negativa. Sin embargo, ¿Qué hay del otro lado oscuro de la luna?
Así como hay características de personalidad que se definen a través de “La Tríada Oscura”; Kaufman et al, establecen que existen tres características que ellos llaman “La Tríada de Luz”: El 1) Kantianismo (personas como fines para sí mismos, no como medios para otros), 2) Humanismo (cada individuo tiene su propia dignidad y valor), y 3) Esperanza Humana (la fe en el ser humano y que este es fundamentalmente bueno).
Análisis estadísticos realizados por Eli Tsukayama han concluido que estas características de luz en contraste a su contraparte tienen una correlacción del 0.50, lo que sustenta la idea de que hay al menos un poco de luz y oscuridad en cada uno de nosotros. En adición, se balancearon las puntuaciones entre ambas tríadas para la misma muestra y se obtuvo una puntuación promedio de 1.3; lo que concluye que la mayoría de la población se inclina por características de “La Tríada de Luz” (ver gráfico 2).
¿Cuál es el balance?
A pesar de que se encuentren resultados positivos entre ambas características de personalidad (Oscuras y de Luz), los estudios concluyen que los individuos que concentran su comportamiento en las características de “La Tríada de Luz” reportan mayor satisfacción con sus relaciones, competencia y autonomía. En adición poseen fortalezas superiores en perspectiva, amor, amabilidad, trabajo en equipo, perdón y gratitud. Houpert, ofrece los siguientes consejos que a continuación profundizo:
a) Escucha tu voz interna: Sé sincero contigo mismo y busca consistencia entre lo que dices y lo que piensas. Para ello es vital conocerse a sí mismo, lo que resulta esencial para tu propia productividad personal, funcionamiento interpersonal y para empatizar con los demás. Otras habilidades directivas fortalecidas se han identificado como: perspectiva, priorización, administración de tiempo y de estrés.
Boyatzis (2008); Cervone (1997); Duval, Silva, Lalwani (2001); y Spencer & Spencer (1993), sustentan que: “Los individuos que son más conscientes de sí mismos son clínicamente más saludables, se desempeñan mejor en roles gerenciales y de liderazgo, y resultan más productivos en el trabajo”.
b) Sé intencional al expresarte: Busca la mejor manera de expresar lo que piensas. Busca mediar las mejores soluciones a tus problemas u objetivos sin pasar encima de los demás mediante tu competencia emocional, utilizando capacidades y habilidades no-cognitivas (que incluyen destrezas sociales), que afectan el comportamiento humano para reconocer y diagnosticar las emociones de otros; y comunicarte apropiadamente ante ellas.
Salovey & Grewal (2005), afirman que los individuos competentes emocionalmente: “…responden apropiadamente ante las emociones de otros,(…)en contexto con la intensidad del contexto, apoyando y promoviendo las expresiones emocionales”.
c) Pon atención a tus características de personalidad: Sé genuino independientemente de quién te rodee y que los principios que rigen tus comportamientos te acompañen en todo momento sin excusas.
Johnson, Rosen & Levy (2008); Judge et al. (2005), apoyan que: “Al examinar y comprender las dimensiones de tu personalidad, aprenderás cómo estas se asocian con los resultados de tu motivación, resolución de problemas, creatividad, satisfacción personal y desempeño laboral”.
En conclusión
Todo se trata de encontrar un balance entre tus fuerzas de personalidad, ya sea a nivel personal o laboral. Conócete y sé intencional con la manera en que te comportas en la sociedad, ya que este es el verdadero camino hacia el crecimiento. Como propone Rogers (1961): “Ser consciente y aceptarte como eres son los verdaderos requisitos de la salud mental, crecimiento personal y la habilidad de, no sólo aceptarte a ti mismo pero de, conocer y aceptar a los demás”.
Los dejo con la siguiente reflexión parafraseada del libro “El Arte de Ser” por Erich Fromm:
“¿Y qué, si los demás no entienden nuestro comportamiento? Su demanda de comportarnos dentro de su capacidad de comprensión, únicamente es un atentado de dictadura en nuestras vidas; y si esto es ser “antisocial” o “irracional” pues que así sea(…)Que te juzguen por tus acciones y por los hechos. Pero nunca olvides que un alma verdaderamente libre únicamente le debe explicaciones a sí mismo, a su razón y a su consciencia”.
Finalmente, si deseas conocer tu balance entre tus fuerzas de personalidad, aquí otra prueba en línea: “La Tríada de Luz vs. Oscura”.
Referencias Bibliográficas
Boyatzis, R. E. (2008). Competencies in the 21st century. Journal of Management Development.
Cervone, D. (1997). Social-cognitive mechanisms and personality coherence: Self-knowledge, situational beliefs, and cross-situational coherence in perceived self-efficacy. Phycological Science.
Duval, T. S., Silvia, P. J., & Lalwani, N. (2001) Self-Awareness & Causal Attribution: A Dual Systems Theory.
Fromm, E. (1994). The Art of Being
Johnson, R. E., Rosen, C. C., & Levy, P. E. (2008). Getting to the core of core self-evaluation: a review and recommendations. Journal of Organizational Behavior.
Judge, T. A., Bono, J. E., Erez, A., & Locke, E. A. (2005). Core self-evaluations and job and life satisfaction: The role of self-concordance and goal attainment. Journal of Applied Psychology.
Rogers, C. R. (1961). On becoming a person.
Salovey, P., & Grewal, D. (2005). The science of emotional intelligence. Current directions in psychological science.
Spencer, L. M., and S. M. Spencer. (1993). Competence at work: Models for superior performance.
Whetten, D., Cameron, K. (2016). Developing Management Skills — Ninth Edition Global Edition